¿Alguna vez has sentido estrés al hablar en público o durante negociaciones cruciales?
¿Miedo a parecer incompetente durante tus intervenciones? ¿La voz temblando? ¿Náuseas y demasiadas emociones para manejar?
No importa cuán buen@ seas en tu trabajo, hablar en público puede obstaculizar tu avance y generar una gran ansiedad.
Imagina a alguien capaz de comunicarse sin problemas. Captar la atención de su audiencia en cada presentación. Concluir acuerdos con confianza. Definir sus objetivos profesionales —y personales— y alcanzarlos con tranquilidad.
